jueves, 8 de julio de 2010

Neutralidad de la red



Publicado en El Universal el 5 de julio de 2010

El 30 de junio la Comisión Europea abrió una consulta pública sobre el tema de la neutralidad de Internet, por lo que la eventual gestión del tráfico en la red por parte de los operadores de telecomunicaciones, será tema central de la agenda europea durante los próximos meses.
Lo que está a debate es el principio de neutralidad de la red, que se refiere al libre flujo de contenidos sobre los cuales, no debiera haber control ni estatal o empresarial en beneficio de los usuarios, quienes por ahora tienen la libertad de acceder a los contenidos de su preferencia, sin que éstos pasen por el tamiz de los operadores los cuales, podrían incurrir en discriminar a determinados sitios.
Esta postura es defendida por proveedores de contenidos como Google y Apple, esta última es desde mayo pasado la marca tecnológica de mayor valor en mercado bursátil detrás de Microsoft.
Por su lado, algunas empresas operadoras de telecomunicaciones desconfían de la neutralidad de la red y de las empresas que la promueven. Sostienen que llevar a los usuarios contenidos convergentes, requiere de una infraestructura en la que ellos invierten sumas millonarias. Por ello han llegado a sugerir cobrar una cuota de peaje a los proveedores que ponen a disposición de los usuarios contenidos cada vez más sofisticados y que necesitan para su pleno funcionamiento de un ancho de banda considerable.
Un ejemplo de esta sofisticación audiovisual posibilitada por la convergencia digital, es el auge de los sitios de descargas, que con la tecnología streaming han revolucionado las formas de consumo de los usuarios de Internet. Estas últimas semanas los internautas hemos sido testigos de la evolución audiovisual de la red, con las transmisiones del mundial de Sudáfrica que muchos hemos podido disfrutar en nuestra computadora.
Este es el dilema a resolver para la Comisión Europea: ¿Hasta qué punto los contenidos de Internet pueden ser gestionados y discriminados por los que detentan la infraestructura? y por el otro lado ¿hasta qué punto los proveedores de contenidos digitales pueden seguir detentando un modelo de negocio basado en una infraestructura ajena? La respuesta se puede encontrar mirando hacia los usuarios. Más allá de los intereses particulares en la sociedad del siglo XXI, la red es una infraestructura nodal para el desarrollo humano.
El debate público que tiene como marco la Agenda digital europea pretende que ninguna parte se imponga sobre otra y pondrá sobre la mesa temas circundantes, como la creación de incentivos para la inversión y el establecimiento de reglas mínimas de calidad del servicio que prestan las empresas del sector, que en Europa es diverso a diferencia de países como Estados Unidos y México.
El debate no es particular de Europa, en Estados Unidos donde existe una conectividad de más del 80%, el presidente Barack Obama ha defendido la neutralidad de Internet desde su campaña electoral, que le ha valido el enfrentamiento con los gigantes de las telecomunicaciones y las grandes medios de comunicación, industrias ligadas entre sí en un escenario de convergencia.
Hace unos meses, la corte falló en contra de la Comisión Federal de Comunicaciones, la cual había impuesto una multa a la empresa Comcast por haber discriminado contenidos de sitios de descargas. Un claro revés a las pretensiones del presidente Obama de garantizar una red libre, pero del cual se intenta reponer con su reciente propuesta de liberar 500 megahertz del espectro del gobierno, para expandir los servicios de banda ancha y proveer a 100 millones de estadounidenses de Internet de alta velocidad.
En el trasfondo de este debate, observamos el reconocimiento explícito de economías desarrolladas de que las telecomunicaciones, su infraestructura y servicios representan el sistema nervioso de las sociedades modernas y que retrasar su discusión centrada en el interés público, representa el estancamiento económico y social de las naciones y regiones del mundo.
Mientras en otros países se discute sobre la responsabilidad y rendición de cuentas de las empresas de telecomunicaciones y de contenidos audiovisuales; de los gobiernos; de las empresas representativas de la economía digital, así como sobre los derechos de los usuarios, en México permanecemos al margen de una discusión abierta y transparente sobre lo que acontece en este sector, que requiere de sana y renovada competencia y de políticas públicas responsables que miren por el desarrollo humano.

viernes, 2 de julio de 2010

Conectados



Publicado en Blog Virtualis de El Universal

¿Se han puesto a pensar por qué pasamos horas en nuestras redes online?

Una de las cosas más enriquecedoras del verano académico es poder leer y disfrutar libros, que en los ajetreados semestres resulta cuasi imposible y que semana a semana, mes con mes se van apilando en el cubículo o en la memoria del e-book. Estreno mi Kindle con un buen libro sobre las redes sociales offline, que obliga a pensar sobre cuán revolucionarias son en realidad las redes sociales online.
Conectados, es el título del libro del médico y científico social de la Universidad de Harvard Nicholas Christakis, quien ha estudiado por más de 15 años la influencia de las redes sociales en los comportamientos humanos y sus patologías, desde la obesidad y el tabaquismo hasta la solidaridad y el altruismo.
El médico estadounidense quien escribió este libro junto con el sociólogo James Fowler, cuenta que sus motivaciones investigativas sobre el contagio emocional en las redes sociales, tienen su origen en su juventud durante su residencia médica en la ciudad de Chicago, en donde observaba cómo al morir un esposo o esposa, el viudo o viuda, tenía una inexplicable recurrencia a enfermar y a morir en el año siguiente.
Las redes sociales son inherentes al hombre, no son particulares de la era Internet, nos recuerdan los autores. Tenemos una red social desde que nacemos en nuestras familias, en el trabajo, en nuestra colonia, redes que en la era digital hemos trasladado a Internet y que no son opuestas a las tradicionales, sino su prolongación.
Christakis quien fue designado en 2009 como una de las 100 personas más influyentes del mundo según la revista Time, encontró luego de analizar a 2 mil personas que las redes offline y online se articulan alrededor de emociones. Según los autores, estamos prácticamente enredados con cuatro grados de separación; dependiendo del grado de relación es la intensidad del lazo emocional que opera como contagio o efecto dominó.
Para validar esta hipótesis Christakis emprendió hace algunos años una investigación sobre la obesidad como causa de contagio en redes sociales offline, en la que halló que si alguien tiene a un amigo-amigo pasado de peso, tiene el 75% de probabilidad de padecer obesidad; si tiene a un amigo en segundo grado, el 50%; en tercero el 25% y en cuarto ninguno. Más allá de lo anecdótico que le valió titulares burlones en diarios como The New York Times, logró demostrar el poder de movilización y contagio emocional de las redes sociales offline que mueven a países o a continentes enteros , fenómenos psicosociales que en la actualidad las redes online potencian.
El lado oscuro de las redes tanto offline como online tal como lo admiten los autores de este recomendable libro, radica en que las emociones son igualmente contagiosas para expandir el miedo y la violencia, lo que a los mexicanos en estos tiempo debe preocuparnos mucho, pues como señalan Christakis y Fowler las emociones tienen una existencia colectiva, no individual.
¿Por qué el éxito de las redes sociales online? No os rasguéis las vestiduras, ni traten de encontrar el hilo negro parece decirnos. Por la simple razón, de que son prolongación de la práctica social natural al hombre de relacionare con otros; de contagiarse emocionalmente y porque el ser humano sabe que son mayores los beneficios de estar, actuar y pensar en colectividad que los costos de hacerlo individualmente. Somos nuestra red y la red es lo que somos.
Para Christakis y Fowler estas son las cuatro reglas las redes sociales ( offline y online )
-Nosotros moldeamos nuestra red
-Nuestra red nos moldea a nosotros y nuestra experiencia de vida, está dada por el lugar que ocupamos en nuestras redes.
-Nuestros amigos nos influencian por contagio emocional. De aquí su hallazgo de que si tenemos un amigo-amigo deprimido tenemos un 75% de posibilidades de deprimirnos también.
- La red tiene una existencia propia, porque el todo es más que las suma de sus partes.
Los autores dedican un capítulo a las redes online como Facebook, en la que luego de analizar más de mil 700 perfiles concluyen que la influencia se da entre amigos, no entre contactos. De esta forma señalan que vemos la película que nos recomendó un amigo, no la que nos recomendó un “contacto”. En pocas palabras, nuestros contactos son poco significativos para nuestra vida.
No está demás saber en la era del marketing y las premoniciones fáciles sobre la tecnología y sus efectos con frecuencia carentes de bases sólidas, que las redes sociales online son una prolongación o sofisticación de lo que la humanidad ha hecho siempre con la salvedad, de que en el mundo virtual podemos construir un avatar más guapo que nos represente y en donde el contagio emocional, connatural al ser humano se da más rápido y con un mayor alcance.
La complejidad humana y social nos dicen los autores, es más poderosa que la tecnología por sí misma por lo que para estudiar el fenómeno de las redes sociales offline y online hay que acudir a diversas disciplinas pues una sola no basta para su entendimiento.
No cabe duda que leer libros sugerentes es un placer y sobre todo, aquellos que nos permiten distraernos del discurso del marketing 2.0 para adentrarnos en pensamientos y planteamientos arriesgados, producto de investigaciones originales sustentadas en evidencias empíricas.

Conferencia de Christakis en TED.com

Christakis,N y Fowler, J. (2010) Conectados. Madrid: Taurus