lunes, 15 de marzo de 2010

Narco 2.0 y el miedo a Twitter



Publicado en El Universal BLOGS Virtualis.

Las redes sociales de Internet son formidables medios que permiten ensanchar nuestra vida social y nuestra visión del mundo, gracias a la información y relaciones incuantificables que ponen a nuestra disposición con un clic. Es también, una herramienta para expandir la democracia ante el poder vertical de los medios tradicionales subordinados frecuentemente a intereses extra periodísticos. También tienen un lado oscuro que hace temblar a los apocalípticos tecnológicos y a los que intentamos conservar la objetividad en nuestros juicios. Admito que frecuentemente esto no se consigue del todo.
Su lado oscuro radica en efecto, en su uso irresponsable con fines totalitarios por parte del cualquier poder, ya fuere político, económico y aquellos invisibles como el narcotráfico.
Recientemente un caudal de tuits con rumores respecto supuestas balaceras, toques de queda y ejecuciones que resultaron falsos, contribuyeron a enrarecer un clima de incertidumbre y agobio al que nos ha conducido la guerra contra el narcotráfico implementada por el gobierno federal, que más allá de que nos parezca adecuada o no, erosiona el tejido social y contribuye a quebrantar la tranquilidad y la confianza, energía de la convivencia.
Me temo que no será la última vez que estas aplicaciones sean usadas con esos fines. El rumor es una estrategia de de comunicación infalible, para obtener respuestas en las audiencias usualmente calculadas. Rechazo, filiación o incertidumbre son algunas de las respuestas más esperadas por los estrategas a los que se han agregado miembros del crimen organizado.
De esta forma pusieron en marcha los narco mensajes como estrategia de comunicación, que al ser grabados por las cámaras de televisión o captadas por fotógrafos les garantizaría un espacio en primeras planas y horarios estelares. Lo que del otro lado del frente, según el propio presidente cuesta millones (ahora deberá explicarlo a los senadores).
Los medios tradicionales, los dueños de los medios y los periodistas, tienen la posibilidad de elegir si hacen caso a los llamados presidenciales de no ser portavoces de la violencia. Imagino las juntas editoriales de medios profesionalizados debatiendo si una cabeza decapitada debe o no ser incluida en la primera sección. Son los rituales de la profesión.
Algunos argumentarán que están siendo usados, en tanto que otros, aludirán a la libertad de expresión y al deber de la profesión periodística: Informar usando fuentes fiables.
En la era Internet el poder que la modernidad dio a los medios y los periodistas, está siendo erosionado por las aplicaciones en las que cualquiera puede producir mensajes, desde un disidente de una dictadura, hasta un adolescente malcriado o un criminal.

Lo que me llama la atención es que ni el gobierno mexicano ni los medios tradicionales y sus periodistas parecen entender que ya no son los únicos que pueden entrar a este ciclo informativo.
El gobierno federal no tiene una estrategia de comunicación que trascienda el regaño a los periodistas incurriendo en diatribas como el culparlos de forjar una mala imagen de México en el exterior. Una visión miope del papel de los medios en la sociedad.
Por el lado de los medios, llaman la atención los artículos de hace un par de semanas de Ciro Gomez Leyva y León Krauze reprochando a Twitter su ligereza.
Nuestros medios no investigan, no suelen hacen reportajes sobre lavado de dinero, conflictos de interés, impunidad y asuntos derivados del negocio mega millonario del crimen organizado. A lo más que podemos aspirar como lectores o televidentes es a escuchar una voz disidente con respecto a la estrategia gubernamental. Como dice el maestro Javier Daría Restrepo en países en donde las instituciones son débiles, a los medios les toca explicar y dar salidas a las angustias de la sociedad.
En la televisión cada día somos testigos de la captura del día, eso sí bajo una impecable puesta en escena musicalizada al estilo Rambo en donde aparece el traficante más buscado, el más sanguinario, el más…algo.
¿Quién tomará ese vacío? Twitter, Facebook, YouTube son el terreno perfecto para el rumor, para forjar un clima de incertidumbre con intereses perversos.
¿Quién lanzó ese primer tuit? Pudo ser cualquiera, hasta un ocioso quemando sus malogrados quince minutos de fama en unos cuantos tuits ; saberlo es lo de menos. Cuando un gobierno es insensible ante los efectos sociales de una estrategia o cuando los medios, no van más allá del recuento de los muertos, Twitter es el medio perfecto para crear desazón e incertidumbre y me temo que seguirá siéndolo.

Imagen recuperada de Milenio.com 24 de febrero de 2010.http://www.milenio.com/node/388606

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